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Harina de Avellanas Casera

harina de avellanas casera

Camino hacia una repostería saludable y consciente, me propuse hacer harina de avellanas en casa, ya que además de ser muy saludables y nutritiva, aporta un sabor delicioso a las preparaciones dulces tales como tortas, panes, tartas y galletas.

Las harinas hechas a base de frutos secos enriquecen nutricionalmente los  productos de repostería, otorgando a los postres saludables un sabor y textura diferente pero exquisito. En el caso de la harina de avellana, al usarla me recuerda el sabor maravilloso de la nutella, pero sin la grasa y azúcares asociados a ella.

Si presentas alergia al gluten, llevas una dieta paleo, dieta keto o si solo decidiste que quieres llevar una alimentación sin gluten (tacc), la harina de avellana es una opción deliciosa que deberías probar. Si bien no es tan económica como la harina de garbanzos, ciertamente que vale la pena de vez en cuando usarla, ya que le da un toque especial a cada preparación.

 

harina de avellana

Beneficios de la avellana para la salud

Las avellanas están consideradas como uno de los frutos secos más saludables, algunos de los beneficios que aportan a la salud del ser humano son:

  • Las avellanas son buena fuente de grasas insaturadas (es decir, grasas buenas, principalmente de ácido oleico), potasio, magnesio, calcio y vitaminas del grupo B y vitamina E.
  • Por su alto contenido de ácidos grasos, fibra dietética, antioxidantes, potasio y magnesio, las avellanas ayudan a normalizar la presión arterial y cuidar el corazón.
  • Ayudan a reducir el riesgo de padecer cáncer
  • Tienen propiedades que promueven la salud muscular, los huesos, las articulaciones.
  • Las avellanas son muy buenas para la piel, el aceite de avellana contiene poderosos antioxidantes llamados taninos que lo convierten en un astringente que puede ayudar a limpiar y reducir los poros y eliminar las bacterias.
  • Mejoran la digestión.
  • Ayudan a mantener el cerebro en forma y a evitar el deterioro cognitivo degenerativo debido a los altos niveles de vitamina E, manganeso, tiamina, ácido fólico y grasas saludables que sirven para alimentar la materia gris.

Los beneficios para la salud de las avellanas se pueden obtener de mejor manera cuando se comen todos los días, pero de forma balanceada, sin aumentar la ingesta total de calorías de cada persona.

 

Aspectos nutricionales de la harina de avellanas

En cuando a su composición nutricional, la avellana cruda posee: 

  • Calorías totales (100g): 628 calorías
  • Carbohidratos (10%)
  • Grasas (81%)
  • Proteínas (9%)

Valores extraídos de la App FatSecret

La ingesta diaria recomendada por los expertos en nutrición para los frutos secos es de  30 g (un pequeño puñado) que en el caso de las avellanas sería alrededor de 10 – 20 avellanas, dependiendo del tamaño de las mismas.

Pueden consumirse bien sea crudas, como merienda, o en preparaciones con harina de avellanas, leche de avellanas o crema de avellanas.

Es importante destacar que la ingesta debe ser como todo, con moderación. Comer demasiadas avellanas (y otros frutos secos en general) puede hacerte sentir hinchado o provocarte gases.

Recetas para preparar harina de avellanas casera

Existen dos formas de preparar la harina de avellanas en casa, una de ellas conservará las propiedades nutricionales de la avellana completas y otra no, siendo esta última más ligera.

Receta #1: A partir de avellanas congeladas

Congela la cantidad de avellanas que quieras convertir en harina.

Pasa las avellanas congeladas por un procesador de alimentos potente hasta formar un polvo fino.

Pasa la harina resultante por un colador o tamiz de cocina para retirar.

Almacena en un recipiente hermético en el refrigerador.

El secreto de esta receta está en que las avellanas congeladas se pueden romper más fácilmente cuando están congeladas, de lo contrario, si se muelen a temperatura ambiente, se liberarán más rápido los aceites de las mismas creando más bien la mantequilla de avellanas.

Receta #2: Como subproducto de la leche de avellanas

Puedes usar la pulpa sobrante de la elaboración de leche de avellanas como harina de avellanas. Esta harina no conservará las grasas de las avellanas completas, pero resultará más duradera en el tiempo.

Para ver el procedimiento para elaborar leche de avellanas, mira este vídeo que hice para la leche de almendras, es exactamente lo mismo.

Una vez obtenida la leche, la pulpa sobrante colócala en una bandeja y llévala al horno precalentado a 100 °C por 30 minutos. Al haber transcurrido el tiempo, revisa la pulpa y con una cuchara remueve para verificar que toda ella este seca, si no lo está, déjala en el horno unos minutos más hasta que al revisarla esté toda seca.


 Retira del horno y coloca en la licuadora (previamente lavada y secada), y procesa por espacio de 20 segundos, de esta manera la pulpa que quizás estaba hecha grumos se convertirá en un polvo más fino. Almacena la harina en un recipiente cerrado y guarda en el refrigerador para mayor duración.

¿Cómo conservar la harina de avellanas casera?

Por su alto contenido de grasa,  la harina de avellana cruda tiene un mayor riesgo de ponerse rancia más rápido que una harina libre de grasa si la dejas guardada a temperatura ambiente en tu alacena.

Por esa razón, te aconsejo que solamente prepares la cantidad de harina de avellanas que necesitas para la receta o bien una cantidad que sepas que vas a usar en la semana o la quincena, y guarda el resto bien tapado en el refrigerador donde podría durarte un par de meses. 

 

Recetas con harina de avellanas:

 

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